En
primer lugar ha dado el necesario paso de dar la titularidad a Casemiro y Dani
Carvajal, en detrimento de jugadores como Danilo, James Rodríguez o Isco. Ha
conseguido por tanto equilibrar al equipo, dotarlo de mayor nivel competitivo.
Por no mencionar que se ha ganado el cariño del vestuario y ha logrado motivar
como nadie a sus pupilos, que lo respetan y admiran a partes iguales.
En
cuanto a los objetivos cumplidos hasta ahora, ha ganado en el Camp Nou y ha
metido al equipo en semifinales de la Liga de Campeones, pese al tropezón en
Alemania en la ida. De este modo ha logrado que el conjunto merengue tenga de
nuevo opciones en la Liga y luche por la ansiada Undécima.
¿Pueden
ser argumentos suficientes para que siga el año que viene? Por un lado se puede
responder afirmativamente, viendo que ha hecho todo lo que ha estado en su mano
con la trayectoria que llevaba el equipo, teniendo en cuenta que él no planificó
este ejercicio. Eso independientemente de lo que suceda en el próximo mes.
Por
otro lado se puede decir que obviamente es aún temprano para responder a esa
pregunta. Si finalmente los merengues no celebraran ningún triunfo esta
campaña, su situación no sería muy diferente de las de otros que fueron cesados
antes como Carlo Ancelotti, sin ir más lejos. Cierto es que ha tenido menos
opciones para desarrollar su proyecto, pero el italiano venía de ganar la
Décima. Y depende de quién sea la apuesta para suplir a Zidane podría incluso
hasta justificarse el cambio.
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